Consejo 2

25 consejos para acertar con las cortinas

Con la ayuda de esta guía podrás decorar las ventanas de tu casa sin riesgo a equivocarte. No te olvides de...

La forma de la ventana

El tipo de ventana, así como la orientación de la habitación, son factores determinantes a la hora de elegir cortinas. Mantén la proporción entre la cantidad de tela que uses y el largo de la ventana y piensa en cuanto sol y claridad entra: ¿necesitas unas cortinas tupidas o más bien transparentes?

Calcula bien los metros de tela

Calculadora en mano, realiza las cuentas de los metros de tela que necesitas para tus cortinas: añade 30 cm al ancho de la ventana y luego multiplica el resultado por 2, 2’5 o 3, según quieras una cortina con más o menos frunces.

¿Cuál es el largo ideal?

En cuestión de largos hay muchas tendencias. Lo más habitual es agregar unos 15 cm al largo de la ventana. Sin embago, si te gusta que las cortinas arrastren, añade 10 cm más: así se apoyarán en el suelo.

¡Una bonita caída!

Para lograr unas cortinas con una bonita caída, opta por telas “pesadas”, como los linos gruesos, las sedas salvajes o las chenillas. Si quieres usar telas frescas, elige lonetas, arpilleras de algodón o linos con seda.

Para las familias prácticas: ¡estores!

Si la ventana no permite grandes cortinajes y quieres una solución práctica y ligera, los estores serán tus mejores aliados. Los puedes poner plegables (con varillas), paqueto (sin varillas) o romano (con drapeado).

Gana luz con los visillos

Para ganar luz natural utiliza tela de visillo para la confección de las cortinas. Sus tejidos, vaporosos y ligeros (hilo, voile, lino de trama abierta…), son perfectos para dejar pasar toda la luz del sol.

¡Atrévete a combinar!

Los grandes ventanales, las puertas balconeras y las ventanas del dormitorio son los mejores espacios dónde usar combinaciones: cortinas con visillos (la opción más clásica), o caídas con estores (más actual). Piensa que cuanto más vistas una ventana, más protagonismo le darás, a ella y a las vistas.

 

Alzapaños: útiles y prácticos

Los alzapaños son pequeñas piezas de madera o metal que, colocadas a un tercio de la cortina, crean un elegante efecto de drapeado perfecto para recoger las cortinas. Siempre aportarán un toque clásico y romántico.

Abrazaderas: un complemento con encanto

En ventanas con doble cortina, cortinajes forrados con muletón o combinaciones de caída y visillo, recurre a las abrazaderas (tiras o cordones que sujetan la cortina): son ideales para recoger la tela y crear un efectivo llamativo, que destaque las ventanas.

Borlas, colgantes y arrastres

Las abrazaderas y los cordones te quedarán muy bien rematados con borlas, decoradas con pasamanería o con algún colgante de madera. Para correr cortinas colgadas de anillas, opta por arrastres de metal o madera.

Cuándo usar galerías y bandós

Si eliges dobles cortinas o combinas cortinas con visillos colgados de rieles, es recomendable tapar el mecanismo con una galería (de madera y tapizada) o un bandó (realizado con tela): da un aspecto más acabado y también más clásico.

Acabados para crear atmósfera

Si cuelgas las cortinas de una barra, los remates decorativos te ayudarán a crear la atmósfera que buscas: las trabillas son desenfadadas; los lazos, románticos; las anillas de cuerda aportan un toque rústico…

¿Cómo cuelgo las cortinas?

Existen dos sistemas básicos para colgar las cortinas. Las barras son la opción más simple y se acompañan de anillas o trabillas. Los rieles permiten manejar más fácilmente la cortina, aunque son menos estéticos.

Elige barras con remates

Puedes personalizar una barra de madera, latón o forja añadiendo a sus extremos unos remates decorativos. Ten en cuenta el estilo de la habitación  y elígelos en consonancia: así lograrás un conjunto más armónico.

Tensores: una solución fácil

Una opción eficaz y discreta para pequeñas cortinas o estancias de aire más informal son los tensores. Se trata de un cable de acero del que cuelgan unas pinzas que sujetan la cortina. Sólo apto para telas ligeras.

Cortinas para el baño y la cocina

Estas estancias requieren telas sufridas y resistentes a la humedad, el vapor y el humo. Opta por estores o cortinillas de media ventana, en hilo de algodón o loneta, lisas o con pequeños motivos decorativos.

Trucos para arropar el salón

El cuarto de estar  debe ser un espacio acogedor y armónico. Si es grande, opta por combinar cortinas y visillos o cortinas y estores; si es pequeño, elige estores porque "roban" menos espacio que las cortinas; y si es oscuro, decántate por visillos a secas.

Dormitorios muy relajantes

Para conseguir dormitorios serenos y mantener la intimidad de la estancia, puedes combinar cortinas tupidas con visillos muy ligeros. Así tendrás luz durante el día y oscuridad cerrada durante la noche.

¿Y los peques?

Las elecciones preferidas para los más pequeños  son las telas frescas de algodón, en colores vivos o con motivos infantiles. Elige estores o caídas suaves, que tienen un efecto más ligero y no abuses de los cortinajes.

Tejidos muy resistentes

A la hora de adquirir la tela para las cortinas, consulta su composición y verifica que es “antipilling” (que no hace bolas) y que lleva algún tipo de tratamiento ignífugo (para que no arda en caso de incendio). Asegúrate, también, de elegir colores sólidos.

¿Lisas o estampadas?

Las cortinas estampadas animan grandes estancias, siempre que el dibujo guarde proporción con el espacio (el estampado debe apreciarse correctamente). Las cortinas lisas son ideales para estancias pequeñas porque no aturullan la vista.

Para espacios pequeños...

La apuesta más segura para habitaciones pequeñas es vestir las ventanas con estores o visillos y elegir telas claras o semitransparentes. Además, si optas por un tono igual al de la pared, ganarás sensación de espacio.

Suaviza la entrada de sol

En estancias con mucha entrada de luz natural, lo mejor es elegir cortinas y visillos dobles, tejidos tupidos o sobrecortinas. También puedes decantarte por estores enrollables de tela screen o de filtro solar.

Para habitaciones con poca luz

La solución para habitaciones faltas de luz son las cortinas confeccionadas con tela de visillo: vaporosas muselinas, voiles, organzas… Y mejor en color blanco, expande la claridad; en tonos amarillos, crea efecto de luz solar.

Un truco para "agrandar" visualmente una ventana: cuelga una barra que sobresalga unos 30 cm por cada lado y usa tela suficiente para cubrir ese espacio cuando las cortinas estén abiertas. ¡Parecerá que tu ventana es 60 cm más ancha!

Acierta con la paleta de color

El tono que elijas para la pared, así como las telas de la tapicería, cojines o pantallas, te marcarán la gama predominante y el tono idóneo para las cortinas. Si dudas y no sabes que escoger, decántate por los colores neutros: nunca fallan.